domingo, 22 de diciembre de 2019

40 AÑOS DE LONDON CALLING: ARTE ENTRE LAS RUINAS DEL CAPITALISMO.



17 años hace ya que te fuiste, Joe. Hace poco hemos estado rememorando los 40 años del London Calling, y nos hemos acordado de ti.

Y qué poco han cambiado las cosas, ¿verdad?. Entonces era Thatcher, implantando a sangre y fuego el neoliberalismo más salvaje; ahora Johnson, una más de las manifestaciones ultranacionalistas que sacuden Europa, y que anuncian el regreso de tiempos oscuros.

Aquí, en tu querida España, las cosas no son muy diferentes, en pleno asalto a los últimos derechos de los que aún no nos habían despojado. Paro y precariedad que nos están robando el futuro.

Y el miedo. Eso es lo peor, Joe. El miedo al mundo que le estamos dejando a nuestros hijos. Un mundo que se avecina regido por el odio si no lo remediamos. A tiempo estamos. Vuestra apuesta por una mezcla multicultural de estilos era, también en ese sentido, una declaración de principios. Probablemente sin Topper esa fusión del Rock, con el Jazz, Reggae, Ska...no hubiera sido posible.




Y de todo eso ya hace 40 años hablabais en vuestras canciones, pero siempre desde la resistencia y la esperanza. También de la plaga silenciosa del suicidio, que a tantos amigos se ha llevado, y del apocalipsis nuclear, y un adelanto del desastre climático al que nos precipitamos hoy. O de los estragos de las drogas, que al final fue precisamente lo que acabó por separaros, además de ser quizás demasiado jóvenes para cargar sobre vuestros hombros el peso de la revolución internacional, y no haber podido resistir el acoso al que los medios tories os sometieron.

Bueno, y no te lo vas a creer, pero Federico Lorca sigue sin aparecer. Si al final vas a tener que venir tú con una pala.

En fin, que igual te estarás preguntando si sirvió para algo. Pues por supuesto que sí Joe: muchas generaciones hemos comprendido mejor el mundo y sus miserias con esas canciones, y, aún en esta derrota continua, lo que significa ser libre. También nos ha dado a muchos, en tiempos de feroz individualismo, una causa colectiva por la que seguir adelante.

¿Y qué me dices de esa portada? Claro que tal vez, Paul debería haber escrito alguna que otra canción más, en lugar de andar por ahí estampando bajos contra el suelo.

Y por si fuera poco, también hay una canción de amor. Que para no desentonar con el resto, por supuesto no acaba bien. Por no acabar bien, ni aparecía en los créditos.

Pero, para terminar, decirte que me quedo con otra. Esa que tú escribiste pero todo el mundo pensaba que era de Mick, porque a pesar de todo lo que pasó después, fuisteis amigos, y le dedicaste esa canción que hablaba de su infancia y de las dificultades de su juventud, que eran las de muchos; y de la soledad que nos impone el capitalismo, porque nos quieren solos y perdidos. Un desgarrador lamento pop entre estanterías de supermercado.

Bueno Joe, entre tú y yo: que el disco está muy bien, y además doble por el precio de uno para que todo el mundo pudiera comprarlo y todo eso. Pero muchos sabemos que vuestra auténtica obra maestra es el Sandinista!... . Si quieres lo hablamos este año que viene por Granada aunque me temo que será cosa mía. Me estoy haciendo mayor.











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